Dra. Rosa María Rodríguez Medina
Departamento de Enfermeria y Obstetricia.
División de Ciencias de la Salud.
Campus León. Universidad de Guanajuato.

Los riñones son dos órganos de vital importancia en el cuerpo humano. Entre sus funciones principales se encuentran la eliminación de desechos de la sangre, la regulación de líquidos y minerales, el control de la presión arterial, la producción de glóbulos rojos y la activación de una vitamina para mantener los huesos sanos.

Cuando una persona tiene enfermedad renal crónica, los desechos se acumulan en su cuerpo lo que ocasiona que ocasiona diferentes manifestaciones como son náuseas, vómito, perdida de apetito, fatiga y debilidad, problemas de sueño y, más grave todavía, las personas presentan presión arterial alta, hinchazón general, disminución en la cantidad de orina, entre otros.

Es importante mencionar que las personas que están en mayor riesgo de presentar la enfermedad son quienes tienen diabetes, hipertensión, obesidad, enfermedades del corazón o que tengan familiares con daño renal.

Actualmente, se calcula que cerca de 850 millones de personas en el mundo tienen enfermedad renal crónica y se ubicará como la quinta causa de muerte en los próximos años. Además, es preocupante que cada vez más personas desarrollan esta enfermedad a edades más tempranas, alrededor de los 35 años, lo cual conlleva un serio impacto en su vida laboral, productiva, familiar y social.

El tratamiento para las personas que viven con enfermedad renal crónica, incluye a las terapias de reemplazo renal, como son la diálisis peritoneal, la hemodiálisis y el trasplante renal. En la diálisis peritoneal se coloca un catéter en el abdomen y se utiliza una solución especial para eliminar los desechos acumulados en el cuerpo. Este proceso debe realizar siguiendo ciertos horarios y durante toda la semana, en casa.

Por su parte, las personas que reciben hemodiálisis acuden a una institución de salud y, mediante un catéter intravenoso, se conectan a una máquina que elimina los desechos y las toxinas de la sangre. Este procedimiento debe realizarse de 2 a 3 veces por semana, siempre que no haya complicaciones.

El trasplante renal es considerado la terapia de elección para las personas con enfermedad renal crónica, ya que tiene un menor costo a largo plazo y ofrece una mejor calidad de vida a quienes se someten a este procedimiento. El trasplante se puede realizar mediante la donación de un riñón compatible de una persona viva o fallecida. Sin embargo, no todos tienen la oportunidad de recibir un trasplante. En México, actualmente más de 16,000 personas están en espera de un trasplante de riñón, lo cual no es suficiente para cubrir la demanda. Además, la cultura de donación de órganos aún no está suficientemente arraigada en nuestra sociedad, lo que nos pone en situación de vulnerabilidad.

Cabe señalar que estas terapias con costosas y superan el presupuesto personal y familiar, mientras que las instituciones de salud públicas no siempre pueden cubrir estos gastos. Esto implica que la carga económica recae principalmente en la persona y su familia. Además, el uso de catéteres invasivos y su manejo, los cambios en el estilo de vida, y la afectación en la calidad de vida de las personas que viven con esta enfermedad son aspectos que deben considerarse.

En este contexto, habiendo reflexionado sobre los puntos anteriores, es importante destacar que cada año se celebran las Jornadas por el Día Mundial del Riñón, dirigidas a toda la población para hacer consciencia y reconocer la enfermedad renal crónica como un grave problema de salud pública. Esta enfermedad se visualiza como una amenaza seria para el Sistema de salud y las familias, ya que conlleva un aumento significativo en los gastos de salud.

En marzo se realizaron las Jornadas Mundiales con el lema: ¿Están bien tus riñones? Detecta tempranamente, protege tu salud renal. Se hizo un llamado para que todos cuidemos de la salud de nuestros riñones mediante medidas sencillas y de bajo costo, pero que requieren nuestro compromiso diario.

¿Cómo podemos prevenir la enfermedad renal crónica? La recomendación es seguir las 9 Reglas de oro para cuidar la salud renal, que se enumeran a continuación:

1. Mantener un peso saludable.
2. Medir de manera regular los niveles de glucosa en sangre.
3. Llevar una alimentación saludable.
4. Evitar fumar.
5. Realizar actividad física todos los días.
6. Monitorear las cifras de presión arterial.
7. Reducir o evitar el consumo de sal.
8. Consumir agua diariamente.
9. No automedicarse.

Como puedes ver, el seguimiento de la reglas de oro puede ser realizado por cualquier persona, independientemente de si tiene o no diabetes o presión alta. Te invito a cuidar de ti hoy. Todos somos responsables de nuestra propia salud, y depende de nosotros cambiar nuestros hábitos y estilo de vida para estar bien mañana.

Fecha de publicación: 22 de julio de 2025.