
José Luis Zárate Castrejón1, Talina Olivia Martínez Martínez2, Juan Gabriel Ángeles2, Vicente Peña Caballero1
1División de Ciencias de la Salud e Ingenierías
Campus Celaya-Salvatierra, Universidad de Guanajuato
2Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP)
Campo Experimental Bajío.
¿Sabías que no todos los hongos son malos para las plantas? Estos organismos son esenciales para muchos procesos en la naturaleza, pero hay algunos que pueden dejarnos sin alimentos. Las plantas sufren de enfermedades en diferentes partes de sus estructuras desde la raíz hasta las flores y frutos. La consecuencia de esto es la reducción de los rendimientos y la disminución de las ganancias del productor. En el caso de la fresa, no se escapa de la invasión de organismos que afectan sus diferentes estructuras, estos pueden ser virus, bacterias, nematodos y hongos. El tema que abordaremos se enfocará a los hongos que enferman a las fresas.
Los hongos son organismos que tienen características únicas que los separan de los animales y plantas. De acuerdo con las clasificaciones de los micólogos (personas que se dedican a estudiar a los hongos) los hongos presentan características específicas que los agrupan como un reino aparte. Una de sus principales características es la presencia de una pared celular cuya función es proteger a la célula, esta característica lo distingue de los animales; otra característica es que presentan núcleo, algo que no tienen las bacterias. Los hongos no pertenecen al reino de las plantas porque éstos no sintetizan sus componentes como lo hacen las plantas por medio de la fotosíntesis. Por esa razón, para crecer, necesitan de alimento para sintetizar todos sus componentes en lugar de producirlos como las plantas. De esta manera, han explorado muchas fuentes de alimentos en donde tenemos al hombre, animales y plantas. Una de las áreas que han despertado interés de los fitopatólogos (personas que se dedican al estudio de las enfermedades de las plantas) son las enfermedades provocadas por varios microorganismos, especialmente las ocasionadas por hongos generalistas, los cuales son aquellos que pueden provocar daños a muchas especies de plantas y los específicos, que provocan enfermedades específicas en una especie particular.
En el caso de la fresa varios patógenos provocan daños a la planta, uno de ellos es el hongo Neopestalotiopsis, este microorganismo ataca a nivel de raíz y corona. Puede generar manchas en las hojas y afectaciones en el fruto que pueden provocar pudrición de este. Los nombres comunes de las enfermedades son: “secadera en plantas de fresa” o “podredumbre de raíz y corona de la fresa”. La forma en como se distribuye el hongo puede ser por plantas enfermas, riego con agua contaminada o contacto con sustrato contaminado.
Datos proporcionados por el gobierno muestran que la presencia del hongo llega a provocar pérdidas hasta del 70%, estos registros fueron en Zamora, Michoacán, estado con importante producción de esta frutilla. La manera tradicional de controlar la presencia de estos hongos es por medio del uso de compuestos químicos (fungicidas), pero algunos hongos se han vuelto resistentes. Los encargados de estudiar a los hongos patógenos han encontrado nuevas alternativas para combatir al hongo de una manera más natural, para evitar la contaminación del suelo o la intoxicación de seres vivos que se encuentran en las parcelas y no causan daño. Estos microorganismos son llamados antagonistas porque pueden competir e incluso matar al patógeno. Uno de los más conocidos es el hongo Trichoderma que se encuentra en los suelos y también se asocian a las raíces de las plantas. En el laboratorio de Transformación del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias Campo Experimental Bajío (INIFAP-CEBAJ) experimentamos una especie de Trichoderma, proporcionadas por el Laboratorio de Microbiología Agrícola (INIFAP-CEBAJ), para ver el porcentaje de inhibición del crecimiento del patógeno. Para conocer la efectividad del Trichoderma contra los patógenos se comparó con fungicidas comerciales químicos y orgánicos.
Para hacer lo anterior, a nivel de laboratorio con cajas Petrí, se colocaron en los extremos opuestos fragmentos de los hongos que se quieren confrontar (un proceso que se hace para conocer cual organismo crece más rápido). Cuando comienzan a crecer los hongos se mide el crecimiento de manera frecuente. El crecimiento del organismo que más importa es el Trichoderma, ya que de esto depende su capacidad de inhibir o matar al patógeno. También se realizaron experimentos en donde se ocuparon fungicidas comerciales en su medio de crecimiento. Los resultados indicaron que no todos los fungicidas tuvieron la misma respuesta, tres productos: Tebuconazol, extracto de canela y neem, y una solución de ácido peracético, inhibieron completamente el crecimiento del patógeno. En tanto, los experimentos con varias cepas de Trichoderma fueron efectivos en la inhibición de Neopestalotiopsis. La forma de inhibición del crecimiento del patógeno es por medio de micoparasitismo (control natural de los hongos por medio de otro organismo), en este caso se observó en el microscopio que el hongo creció sobre el patógeno, con ello compitió por el espacio y alimento. Otra forma de ver esta interacción fue cuando el Trichoderma invadía internamente al hongo rompiendo su estructura para causar su muerte y también fue probable la generación de compuestos que afectaron al crecimiento del hongo parásito.
Finalmente, podemos comentar que el control natural de los patógenos de la fresa es una alternativa que puede implementarse en los cultivos agrícolas como otra estrategia más para eliminar o reducir a los patógenos en fresa. Sin embargo, se requiere de un trabajo continuo para aislar, probar nuevas cepas de Trichoderma y conocer su respuesta dinámica a través del modelado para optimizar la producción de este hongo benéfico para los agricultores. Con estas alternativas se pretende reducir la dependencia de químicos, mejorar la protección del cultivo de fresa y contar con una estrategia más amigable con el medio, gracias a la acción del hongo Trichoderma.
Fecha de publicación: 24 de marzo de 2025.

