dra perla shiomara

 

 

 

 

 

 

Dra. Perla Shiomara del Carpio Ovando
Departamento de Estudios Culturales, Demográficos y Políticos,
División de Ciencias Sociales y Administrativas,
Campus Celaya-Salvatierra,
Universidad de Guanajuato

Los alimentos que están sobre nuestra mesa todos los días, como las ricas tortillas y los frijoles, son resultado del trabajo de muchos hombres y mujeres que no vemos y que quizá no conocemos. Sin embargo, es importante reconocer y agradecer su trabajo valioso con impacto económico local, regional, estatal y nacional. El trabajo de ellos y ellas, desde el sector agropecuario y forestal, alimenta a 126 millones de mexicanos y el 4% del valor de las exportaciones de México se encuentran en este sector. En el país la economía de 19% de hogares dependen de manera directa o indirecta del sector. Sin embargo, la mitad de población en el ámbito rural se encuentra en situación de pobreza y requiere impulso y apoyo (INEGI, 2022). Dentro de las acciones de atención a las necesidades del sector deben priorizarse aquellas encaminadas a la mejora de las condiciones de vida y de trabajo de quienes impulsan la economía del país y nos nutren a ti, a mí y a nuestras familias.

Colocar en el centro a los/las productores/as y promover la atención a su salud, seguridad y bienestar, implica identificar y atender factores psicosociales de riesgo del trabajo, estos se refieren a aquellas condiciones que pueden generar efectos perjudiciales en la salud y bienestar de quien trabaja. Los riesgos a la salud pueden ser químicos, biológicos, biomecánicos, físicos y psicosociales. Esto se torna importante al considerar que dentro de las ocupaciones con notable vulnerabilidad ante el estrés psicosocial se encuentran trabajadores manuales u operativos, lo cual se vuelve más preocupante cuando el trabajo se realiza en términos informales (de no empleo), situación que puede generar desprotección médica ante accidentes de trabajo.

En el caso de quienes se dedican al trabajo agrícola dentro de los factores psicosociales de riesgo biomecánico se encuentra el esfuerzo físico que puede demandar la manipulación de cargas y de herramientas, posturas corporales y movimientos constantes y repetitivos. Los accidentes con maquinaria o instrumentos de trabajo también son importantes. Dentro de algunos riesgos físicos se encuentran el ruido, la temperatura extrema o cambios drásticos en ella. Dentro de los riesgos biológicos se encuentra la exposición a sustancias químicas que contienen plaguicidas y productos que se utilizan para la fumigación.

Los largos períodos de trabajo realizando diversas funciones (sembrar, abonar, cosechar, fumigar, regar, desyerbar, comercializar, etc.), así como el trabajo ininterrumpido que puede representar poco descanso y sobrecarga de trabajo, también suelen reportarse entre integrantes del sector. Cuando este trabajo se realiza en términos de pluriactividad, es decir, a la vez de otros trabajos, los factores psicosociales de riesgo se incrementan y pueden comprometer la salud del trabajador.

Señalase también que los riesgos biomecánicos a corto, mediano o largo plazo, puede generar afectaciones en extremidades, articulaciones o aparato circulatorio. Además, las posturas que demanda el trabajo agrícola también pueden generar daño musculoesquelético en músculos, tendones, hombro, codo, muñeca, mano, espalda, cuello y rodillas. Lo anterior es de subrayarse ya que la exposición a riesgos psicosociales a largo plazo puede generar alteraciones musculoesqueléticas, cardiovasculares, dermatológicas, entre otras. Por ello, es prioritario generar acciones que fomenten la prevención, atención y capacitación en torno a los riesgos psicosociales del trabajo, especialmente porque como parte de la división familiar y comunitaria en el ámbito rural también participan, niños, niñas y adolescentes en la actividad agrícola.

Promover factores protectores y hábitos de autocuidado entre integrantes del sector puede permitir la prevención y la detección temprana de factores psicosociales de riesgo. Para lo anterior, es necesario generar alianzas estratégicas que coloquen en el centro la seguridad y vida de quienes impulsan la economía en un país en el que la conservación de plantas y animales está vinculada a la actividad agropecuaria, aspecto sobresaliente en una nación con una notable diversidad como México.

Sensibles al respecto, un grupo de investigadores y estudiantes de la Universidad de Guanajuato, Campus Irapuato-Salamanca, División de Ingenierías, Departamento de Arte y Empresa, y del Campus Celaya-Salvatierra, División de Ciencias Sociales y Administrativas, Departamento de Estudios Culturales, Demográficos y Políticos, realizan el proyecto “Innovación y rutas tecnológicas con y para la comunidad productora de alimentos del Estado de Guanajuato”, el cual tiene como objetivo proponer rutas tecnológicas para la comunidad agrícola de las cadenas productivas de maíz en grano y frijol, y con ello incrementar las capacidades científicas, de emprendimiento, innovación y desarrollo tecnológico en el Estado de Guanajuato, a la vez que tiene el interés de identificar los factores psicosociales de riesgo de quienes impulsan la economía en una Entidad Federativa con histórica vocación agrícola y en el que sobresalen cultivos de granos como el maíz y el sorgo; el brócoli, en el caso de hortalizas, y el agave y la alfalfa, entre los cultivos perennes. Este trabajo se realiza en las tierras fértiles de diversas latitudes del Estado de Guanajuato y son relevantes la participación, en el valor de producción agrícola, los municipios de Romita, Irapuato, Pénjamo, Valle de Santiago y Abasolo, entre otros.

Como parte del proyecto mencionado y del compromiso social con sectores productivos, en el mes de noviembre de 2022 se realizará un encuentro con productores de diferentes municipios de la Entidad. En este evento se presentarán avances de los resultados del estudio, se generarán talleres de capacitación a partir de la identificación de necesidades del sector y se dará un recorrido por las instalaciones y laboratorios de la División de Ingenierías de la Universidad de Guanajuato, Campus Irapuato-Salamanca.

Estas acciones permiten generar puentes y vínculos que unen academia y sectores productivos, y visibilizan la necesidad de generar alianzas estratégicas para la atención e intervención de las grandes problemáticas que afectan a nuestro país y contribuyen también a promover el acceso universal del conocimiento.

Nuestro agradecimiento a quienes con su trabajo permiten que lleguen esa rica tortilla, los frijoles calientes y la grande diversidad de frutas y verduras que nutren y edifican la vida en este país.

*Proyecto Financiado por: Dirección General para el Desarrollo Científico y Tecnológico, Dirección de Gestión del Conocimiento, Espacio de Innovación, Desarrollo, Emprendimiento y Aceleración (IDEA) del Estado de Guanajuato.

 

Fecha de publicación: 2 de octubre de 2022.