mtra fatima elena esquivel

M.C. Fátima Elena Esquivel Rodríguez
Escuela de Nivel Medio Superior de Celaya
Universidad de Guanajuato

Los sentimientos de gratitud, amor y aprecio, de acuerdo con los estudios de HeartMath Institute se relacionan con patrones rítmicos del corazón, lo que significa que esta acción tan sencilla puede generarnos beneficios tanto en lo físico como en lo espiritual y emocional. En un experimento con varios pacientes se demostró que, a través de la técnica de cultivar y enfocarse solo en el aprecio y agradecimiento, aumentaron los niveles de inmunología A, anticuerpos que se encuentran en la nariz y boca que sirven como primera línea de defensa contra los virus.

En otras pruebas se documentaron cambios favorables en el balance hormonal, con reducción de cortisol, la hormona del estrés y un aumento del cien por ciento de la hormona DHEA, que refleja un estado físico de relajación.

La pandemia del Covid-19 ha traído a luz la bipolaridad del ser humano; las acciones más nobles y enaltecedoras, pero también las más ruines y destructoras. Hay situaciones que no tenemos en nuestras manos resolver como el control directo de la enfermedad o determinaciones sanitarias y políticas gubernamentales, pero en cada uno de nosotros está dar la sazón ante este reto que tenemos la humanidad. Dar gracias puede abonar mucho en esta cuarentena tanto a nuestra persona como a las que nos rodean.

Existe un pequeño ejercicio que terapeutas nos invitan hacer y qué bien nos pueden servir en estos tiempos “Cierra los ojos y relájate. Envía tu atención al área del corazón. Puedes colocar tu mano sobre él, si esto te ayuda a enfocarte. Visualiza que tu respiración entra y sale pasando por esta área; inhala y exhala lentamente. Ahora enfócate en crear un genuino sentimiento de aprecio y agradecimiento hacia algo o alguien que haya sido muy positivo en tu vida. Siente la emoción del aprecio, no sólo la pienses. Trata de mantener sinceramente esta sensación de amor tanto como puedas”.

A esta técnica la llaman “Corazón asegurado”, libera conscientemente las emociones no placenteras. ¿Para qué? Para que el corazón se comunique con el cerebro y el resto del cuerpo por medio de varios sistemas; por lo que el corazón tiene una influencia significativa en cómo funciona nuestro cerebro y el resto del cuerpo.

La tarea está en detenernos a lo largo del día y apreciar, lo más mínimo que consideremos, todo cuenta, el agua con la que nos lavamos las manos, al ser amado que tenemos juntos, el respirar por nosotros mismos, nuestros sentidos, la degustación de nuestros alimentos, estar en estos momentos en nuestros hogares, hay compañeras que me han dicho que no le cocinaban a su familia desde hace años o comían juntos, la luz del día, la oscuridad de la noche, la música, el canto, etc. De esta manera no solo seremos más felices, sino que nuestro corazón funcionará mejor.

 

Fecha de publicación: 6 de junio de 2020.

Cualquier comentario sobre este artículo, favor de dirigirlo a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..