dra fabiola

Dra. Fabiola Léon Galván
Departamento de Alimentos,
División de Ciencias de la Vida,
Campus Irapuato-Salamanca,
Universidad de Guanajuato

Los desafíos a los que la humanidad se enfrenta cada día son cada vez mayores y superan en muchos casos los avances en ciencia, tecnología e innovación, de tal forma que se hace inherente aprovechar todo el potencial que tenemos como raza humana y eso solo se logrará rompiendo los esterotipos de género.

A través de la historia las aportaciones de la mujer en la ciencia han dejado huella, podría citar con orgullo a muchas cientificas, pero me enfocaré a la situación actual de la mujer y la niña en la ciencia, quienes a pesar de estar en la segunda decada del siglo XXI tenemos que hacer frente obstáculos, aunque sin duda menores a los que se enfrentaron las pioneras de la ciencia.

Como mujer científica, a 12 años de haber obtenido el Grado de Doctora en Ciencias en Biología y de estar generando y compartiendo con gusto conocimiento, puedo decir que siguen existiendo obtáculos por los esterotipos de género, pero la principal limitación nos la ponemos nosotras cuando aceptamos la imaginación limitada de los demás. Para mi ha sido todo un reto y responsabilidad que en su momento me citaran como referente de mujer en la ciencia al ser la primera mujer de la División de Ciencias de la Vida que logró ser miembro de la Académia Mexicana de Ciencias a muy corta edad, le antecedía que también que ya tenia el reconocimiento como miembro del Sistema Nacional de Investigadores, entonces el reto es aún mayor porque porcentaje de mujeres científicas no supera el 12% a nivel mundial, en ese sentido, nos toca a la científicas incentivar a las niñas la vocación por la ciencia. En el Laboratorio de Proteómica y Expresión Génica de la UG de la cual soy responsable, hemos iniciado un programa mensual en el cual grupos de en promedio 6 niñas de diferentes primarias nos visitan, les platicamos lo que investigamos y les pedimos nos ayuden con sus manitas a realizar un experimento, existe una especie de apadrinamiento o mejor dicho amadrinamiento científico, pues es responsabilidad de quien está a cargo del experimento compartir el resultado con la niña que le ayudó y compartirle cuando esa investigación se concluya y se publique.

Recientemente me preguntaron que me ha dejado haber elegido como profesión ser científica, mi respuesta rápida y sin pensar fue que aunque sin duda es demandante, también me ha permitido combinar la maternidad y establecer mis tiempos para disfrutar de mi hija Yulett de 18 meses a quien, por supuesto, espero transmitirle el amor por la ciencia.

 

Fecha de publicación: 7 de febrero de 2020.