dra maria de jesus

Dra. María Jesús Puy y Alquiza, Dra. Velia YolandaOrdaz Zubia
Departamento de Ingeniería en Minas, Metalurgía y Geología
División de Ingenierías,
Campus Guanajuato,
Universidad de Guanajuato

Consideraciones coevolutivas y estudios filogenéticos que relacionan distribuciones actuales y movimientos continentales han sugerido que el estilo de vida liquénico es muy antiguo. Parece probable que muchas de las familias, géneros y, en algunos casos, especies actuales evolucionaron en tiempos del Pérmico/Triásico, hace unos 190-280 millones de años, a partir de unas cuantas especies previas. Existen teorías que mantienen que pudieran ser los líquenes las primeras especies en colonizar el medio terrestre, teoría demasiado controvertida y con pruebas aún muy poco consistentes.

Los líquenes son unos seres vivos peculiares. En realidad no son organismos individuales, sino que se forman por la asociación de hongos y algas verdes. Ambos organismos viven en una estrecha asociación simbiótica mutualista, es decir, con beneficio mutuo. El hongo, denominado micobionte, es heterótrofo por lo que necesita tomar compuestos orgánicos elaborados para nutrirse. El hongo aporta sales inorgánicas y un área de absorción de agua. El alga es capaz de hacer fotosíntesis y produce hidratos de carbono a partir de CO2 y agua.

Los hongos capaces de asociarse con algas para formar líquenes son principalmente del grupo de los ascomicetes, mientras que las algas pueden ser algas verdes (clorófitos) o cianobacterias (antes llamadas algas azul-verdosas). Los líquenes viven en casi todos los hábitats terrestres desde los trópicos a las regiones polares, dominando en bosques templados y fríos.

Los factores que determinan su distribución son la química del sustrato y la disponibilidad del agua; dentro de los sustratos orgánicos más comunes donde crecen están las cortezas vegetales, rocas, suelo y hojas.

Algunos son capaces de colonizar los suelos desnudos (líquenes terrícolas) y unos pocos son capaces de vivir dentro de las rocas (líquenes endolíticos). En función de la morfología general se distinguen varios tipos, los más frecuentes son: 1) Líquenes en forma de costra (crustáceos) fuertemente unidos al sustrato. Carecen de córtex inferior y no se pueden separar del sustrato sin romperlos; 2) Líquenes en forma de hoja (foliáceos) sólo parcialmente unidos al substrato por lo que se pueden separar con facilidad de él; 3) Líquenes en forma de diminutos arbustos ramificados (fruticulosos), que sólo contactan con el substrato por una pequeña zona.

Los líquenes son importantes desde el punto de vista ecológico como formadores de suelo e indicadores de contaminación, ya que absorben agua y cualquier otra sustancia susceptible a componentes tóxicos; también como alimento para animales y en la producción de pan y ensaladas; en la industria como colorantes para telas, perfumes. En la medicina tradicional se usan por sus propiedades antibióticas, para elaborar pomadas, ungüentos y vitamina C.

 

Fecha de publicación: 20 de enero de 2018.

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