
Coordinadores:
Marilú León Andrade
Páginas: 320
Año de Publicación: 2021
ISBN UG: 9786074418842
México, por albergar en el siglo XX el primer intento de revolución en el mundo, es uno de los casos más interesantes para estudiar y comprender el curso del desarrollo del capitalismo a través de la vía agraria, y aunque parezca que nuestro sector rural es poco significativo por el "poco aporte" que en término de precios hace a la economía, la historia nos señala que las actividades productivas que se desarrollan en México en conjunción con la tierra, así como la gente que las realiza, han jugado un papel de primer orden en la conformación de las actuales estructuras productivas y de las relaciones de producción que de ella emanan. De esta manera, la Guerra de revolución de 1910, encabezada por las masas campesinas, sentó las bases para los posteriores ajustes estructurales que, con un marcado carácter campesino, configuraron la estructura productiva que predominaría en el sector agrícola mexicano por aproximadamente ochenta años. La historia económica, a inicios de la década de 1970, tomó un curso distinto y contrario a la tendencia progresiva del sector agrícola mexicano que lo conduciría tanto a él, como al sector ejidal, a una profunda crisis que se vio reflejada en un descenso de los niveles de producción y productividad. Crisis que vería su posible solución en la reforma al artículo 27 constitucional llevada a cabo durante 1992, que buscó reorientar las políticas de Estado para corregir los problemas productivos del sector.


