La obesidad se ha convertido en un problema de salud pública en nuestro país, que requiere acciones inmediatas y un abordaje con enfoque multidisciplinar.
Para abonar a este propósito, el Dr. Cuauhtémoc Sandoval Salazar, del Departamento de Enfermería y Obstetricia, de la División de Ciencias de Salud e Ingenierías, del Campus Celaya-Salvatierra, de la Universidad de Guanajuato, se integró a un grupo de profesionales de la salud de diversas instituciones, disciplinas y enfoques, para trabajar en forma intensiva en la identificación de acciones prioritarias que permitan hacerle frente a este reto de salud pública.
El Dr. Cuauhtémoc Salazar resume en el siguiente decálogo las posturas que adoptó y firmó junto con otros profesionales de la salud, a través de las cuales pretenden contribuir al desarrollo de acciones gubernamentales, de la academia y la sociedad civil.
Posturas:
La obesidad debe ser considerada una enfermedad crónica, compleja y multifactorial, que involucra factores genéticos, fisiológicos, hormonales, psicológicos, ambientales, económicos, culturales, sociales y comerciales.
Para abordar la obesidad se requiere de un enfoque centrado en la persona, enfatizando la importancia de la prevención a lo largo del curso de la vida.
Las personas que viven con obesidad no deben ser estigmatizadas, evitando simplificar las causas y soluciones y fomentando un trato respetuoso, digno y empático, en todos los ámbitos.
Se deben garantizar tratamientos accesibles y de calidad, basados en la mejor evidencia posible, lo que requiere incrementar la cobertura universal de los servicios de salud, para realizar un escrutinio individual y familiar de los factores de riesgo asociados, como parte de la atención primaria en salud.
Apoyar la investigación y la vigilancia epidemiológica de los factores de riesgo, los determinantes de la obesidad (incluidos los sociales y comerciales) y los entornos alimentarios poco saludables.
Abordar los efectos del sistema alimentario en la salud humana y del planeta con un enfoque integral de sistemas complejos. Una estrategia que incluya la transformación del sistema alimentario para que sea saludable, sostenible y con equidad.
Asegurar la educación y un adecuado desarrollo de profesionales de salud, con énfasis en el primer nivel de atención y con un enfoque preventivo.
Fortalecer las estrategias poblacionales para la orientación alimentaria y la comunicación, a través del desarrollo de campañas de comunicación para crear conciencia y promover cambios de comportamientos y de la norma social sobre temas estratégicos para la prevención y control de la obesidad.
Desarrollar un ambiente construido sostenible y promotor de entornos activos, con inversión en infraestructura, transporte y espacios que promuevan la actividad física.
Generar mecanismos para blindar el diseño, la implementación y la evaluación de las políticas para la prevención y control de la obesidad de los conflictos de intereses comerciales.
Con la firma de estas posturas, los profesionales se comprometen a tratar la obesidad con base en evidencia científica, de manera oportuna e integral, con enfoque de curso de vida, centrados en la persona, de forma ética y sensible y sin perpetuar las barreras del estigma de peso en la sociedad.
